Para saber qué está en posibilidades de hacer cada niño, a medida que se desarrolla, es fundamental conocer a fondo a nuestros niños, volvernos buenos observadores de sus continuas transformaciones. Reconocer que tanto los niños como nosotros mismos cambiamos según los diversos períodos de nuestras vidas, nos invita a establecer nuevas formas de relación. Este módulo nos propone pensar en las necesidades de enseñanza parental y acompañamiento a nuestros niños en cada momento de su desarrollo. Y cuando decimos “enseñarles” no nos referimos a darles clases, sino a enseñar con el ejemplo, supervisando a continuación cómo lo hacen, y corrigiendo cada vez que lo requieran.

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Objetivos de formación de los participantes

1. Considerar el desarrollo infantil como un proceso dinámico, social y cultural, que se relaciona de manera profunda con la educación y con nuestras propias acciones para promoverlo. 

2. Identificar los estilos de interacción con los niños y las prácticas que promueven su desarrollo en diversas dimensiones: pensamiento y lenguaje, relaciones afectivas y sociales, destrezas de motricidad gruesa y fina.

3. Reflexionar conjuntamente (adultos educadores en general) sobre nuestras metas para el desarrollo de los niños, y tomar conciencia de lo que pretendemos y de lo que hacemos para lograrlo.

Sesión 1. Los adultos y el desarrollo de los niños.

Sesión 2. ¿Qué necesitan nuestros niños para volverse personas?

Sesión 3. Redescubriendo a nuestros niños.